Hay cosas que no aparecen en los envases, pero marcan la diferencia. Después de compartir una mañana de cuidado facial sensorial con nuestras alumnas, nos hemos dado cuenta de que aún hay muchos pasos que se dan por sabidos… y no lo están.
Así que aquí van nuestros 10 imprescindibles para que tu rutina facial no sea solo aplicar productos, sino cuidarte de verdad:
1. Tu rostro empieza en el nacimiento del cabello… y termina en el escote.
Si aplicas tus productos solo en la cara, estás dejando fuera media rutina. O más bien, dos tercios. Frente, cuello y escote merecen el mismo mimo.
2. La doble limpieza no es opcional.
Sí, incluso si no llevas maquillaje. Porque usas protección solar (esperamos), y eso también hay que retirarlo bien.
3. ¿Y por la mañana?
Si por la noche has usado retinoides o productos activos, toca doble limpieza también. Tu piel lo pide.
4. El orden de aplicación importa.
De abajo hacia arriba, y empieza por cuello y escote. Lo que te queda en las manos será suficiente para la cara.
5. La textura sí importa.
Las cremas densas van al final. Si te has comprado un sérum fluido carísimo y lo estás usando después de la crema, lo estás tirando (literalmente) por la cara.
6. Protege sin «fastidiar» tu piel.
Los solares minerales son los más respetuosos, especialmente si tienes piel sensible, con acné o estás usando activos como los ácidos. Nosotras, que hemos probado muchas marcas, nos quedamos con los protectores solares minerales de Alma Secret.
7. ¿Te asusta el residuo blanco?
Aplica el solar mineral calentándolo primero entre las manos y a toquecitos. ¿Otro truco? Mezclarlo con una gota del aceite Rose Cactus de Alma Secret. Se integra mejor y queda perfecto.
8. No olvides la belleza desde dentro.
El colágeno no es solo marketing. Si es de calidad, como el Colágeno de Alma Secret, ayuda a mantener la firmeza, elasticidad e hidratación. Siempre y cuando primero cuides tus hábitos.
9. Tu cara no es una huerta.
Lo sabemos: la imagen que hemos puesto con frutas queda muy «natural» y es muy atractiva. Pero no, no hace falta echarse un kiwi en la frente. Las frutas y verduras aplicadas tal cual en la piel no tienen ningún beneficio cosmético directo. Solo aportan grasa, residuos y posibles irritaciones. Mejor cómetelas (te van a aportar muchos más nutrientes).
10. El mejor producto: la constancia.
No hay fórmula mágica si te la aplicas una vez cada dos semanas. El hábito es lo que da resultado. No pasa nada si un día se te olvida. Lo importante es la actitud: hacerlo por ti. Porque te apetece. Porque te gusta. Porque te cuidas.
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Además, por si te interesa, somos embajadoras de Alma Secret, hemos probado todos sus productos y te ayudamos a elegir los más adecuados para tu piel. Y sí: si los compras a través nuestro, te llevas descuento. Porque cuidarte puede (y debe) ser más fácil.
